miércoles, 19 de mayo de 2010

Ser Funky


Estas son algunas de sus ideas sobre el talento y el ser funky.
1. Ser funky es ser diferente, trabajar con originalidad y no ser una fotocopia. Esta es la única manera de ser realmente competitivos en el mundo actual. En este mundo en el que tenemos demasiado de todo, sólo sobrevivirán los negocios que tengan una receta original. Todo depende de ser creativo y ofrecer algo distinto. El compuesto químico está en la singularidad.
2. No es cómodo apartarse de la multitud y ser novedoso. Imitar tiene una gran ventaja, evita pensar y reduce la incertidumbre, aunque nos aleja de la excelencia. La copia de las estrategias de negocios, te situa en el medio del pelotón con suerte, pero nunca en una posición de liderazgo.
3. Innovar es arriesgar. Y riesgo es sinónimo de incertidumbre, algo que no gusta a la mayoría. Pero sin riesgo no hay crecimiento. Vivimos en la sociedad del exceso, con un exceso de empresas, empleados, ideas, productos y másters parecidos.
4. La innovación depende de la diversidad. Ganar en diversidad es ganar en novedad. Un alto nivel de innovación depende de la apertura de una región a la diversidad y a la actividad cultural.
5. Las sociedades actuales se componen de 3 elementos claves:
- La tecnología: es el buque insignia de las empresas funky y principalmente crea sistemas de información.
- Las instituciones: se ha perdido la confianza en ellas y han perdido protagonismo. Ahora la gente expresa su individualidad con el consumo. Compran para ser. Es su modo de autoexpresión y autoidentidad.
- Los valores: ahora son temporales, de quita y pon. Se impone el mestizaje y la globalidad, pero existe un enorme vacío espiritual. Nos hemos convertido en vagabundos que no saben lo que buscan.
6. Como consecuencia de todo esto aparece la libertad, la capacidad de elección y la individualización llevada al extremo.
7. Ahora es vital la Gestión de las emociones. Los líderes y corporaciones sexys deben seducir apelando a las emociones. A la gente se le gana más por el corazón que por la cabeza, por los sentimientos más que por la lógica, por la emoción más que por la razón.
8. El sistema cerebral que gobierna nuestras emociones es mucho más poderoso que el que controla el intelecto. Antes era la inteligencia emocional y ahora es el comercio emocional. No basta satisfacer las necesidades de los consumidores. Lo importante es hablar de los deseos de los clientes.
9. Los beneficios tangibles de los productos se copian en tiempo real. Los precios también están bastante ajustados. La estandarización está de moda, y ello require una diferenciación emocional. Frente a los productos, cobran protagonismo las marcas. El marketing de los sentidos se convierte en principal aliado. El éxito está en estimular, emocionar, sorprender y seducir a los estados de ánimo

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